Luminarias
tradición de nuestro pueblo

Las Luminarias
En el apartado “patrimonio” de esta web, en este caso, patrimonio inmaterial, hacemos referencia a la proliferación de cultos en torno a nuestra Madre y Señora por dedicarse a su devoción dos cofradías diferentes durante casi 300 años de su historia.
En torno al día 15 de agosto, en que se conmemora la Onomástica de la Virgen de Gracia, se celebraban cultos en la ermita desde el 7 hasta el 22. Durante esos días se unían las celebraciones litúrgicas con los “Repiques”, que los ofrecían las cofradías a la imagen de la Virgen.
Por su parte, en esas mismas jornadas, el pueblo al completo le dedicaba sus “luminarias”.
Para entender esta tradición, primero hay que conocer el poder y el simbolismo de la luz en la cultura cristiana como muestra de Fe, oración y devoción, hasta el punto de ser elemento casi indispensable en todo templo cristiano los “lampadarios” donde encender velas al Santísimo, o a una piadosa imagen de devoción popular.
La imagen de la Virgen siempre ha sido tenida por milagrosa e intercesora y muchas han sido las promesas realizadas. Una de las más comunes (junto con la de subir al santuario diariamente durante los meses de mayo y agosto) era la de encender una luz en su honor durante sus cultos.
La lejanía del Santuario de la Virgen de Gracia del núcleo urbano, así como la rudeza del camino, que no fue ampliado y asfaltado hasta mediados del siglo pasado, dificultaba a los devotos de la Virgen acudir diariamente al Santuario para cumplir dicha promesa ante el altar de la Patrona. Esta dificultad es la que propició esta tradición, pues hizo que los devotos de la Virgen de Gracia le ofrecieran su luz desde sus propias casas.
Así, coincidiendo con los cultos de agosto, al caer la noche anunciada por los últimos repiques del día, los archidoneses sacaban a sus puertas, ventanas y balcones, candiles y velas para ofrecer su luz y oración a la Virgen de Gracia que, desde lo más alto de la Sierra, domina toda la geografía urbana de la ciudad.
Con el paso del tiempo y con los avances tecnológicos, la luz de las velas y los candiles de aceite se fue cambiando, poco a poco, por bombillas de luz eléctrica propiciando que una tradición de carácter religioso haya tenido incidencia en el urbanismo archidonés. Así pues, es característico de la arquitectura de las casas de Archidona disponer en la fachada uno o varios faroles que son los que dan soporte a esta tradición durante el mes de agosto, siendo éste un símbolo perenne de la tradición de las luminarias de Archidona.
También hay que reseñar que son muchas las casas donde se extiende la tradición de las luminarias durante todo el mes de agosto e, incluso, durante la novena que se celebra entre el primer y el segundo domingo de septiembre.





