Novena

por Don jesus pascual gonzalez

NOVENA EN HONOR A MARÍA SANTÍSIMA DE GRACIA

“CON LA FLOR DE UNA PALABRA”

Por don Jesús Pascual Martínez

 

PROPUESTA DE CANTOS PARA ANTES DE LA RELFEXIÓN DE CADA DÍA:

PRIMER DÍA: Santa María del Camino

SEGUNDO DÍA: Magníficat

TERCER DÍA: Santa María del amén

CUARTO DÍA: Madre de los Pobres

QUINTO DÍA: Madre de los Creyentes

SEXTO DÍA: Magníficat

SÉPTIMO DÍA: Santa María

OCTAVO DÍA: Santa María de la Esperanza

NOVENO DÍA: Morada de la Luz

DÍA PRIMERO: MARÍA, INMACULADA POR LA MISERICORDIA DE DIOS

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: En la tradición católica, María es Inmaculada, la criatura libre de toda mancha de pecado por pura misericordia de Dios. Esta misericordia está destinada a introducirla en el amor de Dios que, cuando es comunicado a criatura, toma necesariamente la forma de un amor de misericordia

ORACIÓN: Te pedimos, Señor, por intercesión de María, la Llena de Gracia, que derrames tu amor sobre nosotros, a fin de que seamos testigos, como Ella lo fue, en medio del mundo del amor que tú le tienes al hombre. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA SEGUNDO: MARÍA, MADRE DE MISERICORDIA

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

RELFEXIÓN: La misericordia de María no sólo era para los parientes y los conocidos, sino también para los extraños y los enemigos, porque era verdaderamente la madre de la misericordia, la Madre del Misericordioso, la Madre de aquel que por nosotros se encarnó y fue crucificado, para derramar sobre nosotros, enemigos y rebeldes, su misericordia.

ORACIÓN: Infunde, Señor, tu Gracia en nuestros corazones y, por intercesión de Santa María, nuestra Madre, te pedimos que nuestro amor no se limite a nuestros amigos, sino que lo abramos generosamente a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA TERCERO: MARÍA, HIJA PREDILECTA DEL PADRE

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: La elección de María por parte del Padre, se fundamenta en su extrema gratuidad de amor paterno. “Llena de Gracia” (Lc 1, 28) significa que el Padre ha derramado en ella la plenitud de su caridad y de su santidad. María ha sido colmada de Gracia en cuanto elegida para ser madre del Hijo de Dios encarnado.

ORACIÓN: Señor, Dios nuestro, que nos creaste para que fuésemos gloria tuya, no permitas que ninguno de nosotros respondamos de una manera negativa a la llamada que nos has hecho y que toda nuestra vida discurra como lo fue la de tu hija predilecta, María. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA CUARTO: MARÍA, EJEMPLO DE HIJA

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: La experiencia de la paternidad de Dios en María recuerda a toda persona humanidad su identidad de hijo o hija de Dios. Invocar a Dios como Padre no es alienación ni pérdida de la libertad, ni rebajamiento de la propia humanidad, sino recuperación del auténtico rostro del hombre y de la mujer, creados a imagen y semejanza de Dios.

ORACIÓN: Padre, lleno de amor, haz que seamos verdaderos hermanos unos de otros y que nuestro ejemplo de vida hagamos que Tú te sientas contento de ser nuestro Padre y nosotros de ser tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA QUINTO: MARÍA, ROSTRO DE LA CERCANÍA DEL PADRE

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: Todo ser humano descubre su identidad de hermano o hermana, hijo o hija de un solo Padre, reunidos en la única familia de Dios, todos igualmente partícipes y herederos del reino. Por esto, María constituye el gran signo del rostro materno y misericordioso, de la cercanía del Padre y de Cristo, con los cuales nos invita a entrar en comunión.

ORACIÓN: Padre, que nos has hecho hijos tuyos en el Hijo y por eso hermanos de los hombres, haz que sintamos verdadera familia en la que no haya desigualdades, sino unidad en la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA SEXTO: MARÍA, EDUCADORA DEL HIJO.

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: El aspecto más importante de la figura de María es su íntima unión con Jesús, en cuanto madre, educadora, discípula y cooperadora del “Hijo Altísimo”. María educó a su Hijo con su vida pobre y serena, laboriosa y simple, casta y llena de amor materno. Lo educó con su confianza en el Padre y con su disponibilidad para ayudar a los necesitados.

ORACIÓN: Señor, que nuestra vida siga el ejemplo de nuestra Madre, la Llena de Gracia, que es modelo y maestra en acoger tu voluntad en el Hijo. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA SÉPTIMO: MARÍA, MODELO DE FE

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: María es modelo supremo de fe. Ella creyó que “nada es imposible para Dios” (Lc 1,37) y pudo proclamar las grandezas del Señor. Ella acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel dado su asentimiento: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).

ORACIÓN: Señor, que entregaste a tu Hijo como ejemplo de entrega de amor, te pedimos nos concedas el gozo de poner nuestros ojos en ti y allí donde se muestra tu voluntad como la Virgen, maestra de fe. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA OCTAVO: MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: La devoción a María es derivación del culto al único Salvador y Mediador, Jesucristo. El amor a María contribuyente a fortalecer en nosotros el amor a la Iglesia, ya que nos hace sentir más profundamente los lazos que nos unen a todos los creyentes y percibir la acción de la Iglesia en el mundo como continuación de la solicitud maternal de María.

ORACIÓN: Señor, haz que nuestro culto a María sea verdaderamente expresión de la veneración y del amor a la Madre que acogió la Buena Noticia y nos remite a tu Hijo. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.

DÍA NOVENO: ACOGER A MARÍA

SALUDO INICIAL: Por la señal de la Santa Cruz (+), de nuestros enemigos (+) líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

REFLEXIÓN: Acoger a María en casa, como el discípulo amado (Jn 19,27), es acoger entre las cosas más personales que tenemos, hacerla partícipe de nuestra vida; pedirle humildemente que nos haga partícipes de su propia vida. Ella que vivió la riqueza de afectos y sentimientos hacia su Hijo, hacia el Padre, hacia el Espíritu, que ninguna otra criatura haya vivido. Ella supo saber de Dios y saborear su misterio.

ORACIÓN: Padre Bueno, te pedimos que, en lo cotidiano de nuestra vida, te tengamos presente como lo hacía María en su corazón y así gocemos siempre de tu obra salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

MEDITACIÓN: En silencio, imploramos la intercesión de nuestra Madre de Gracia para alcanzar aquello que solicitamos en esta novena

SALVE: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

ORACIÓN FINAL: Santa María de Gracia, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, te pedimos que intercedas ante tu Hijo, para ser fieles a su Palabra, como tú lo fuiste; y el corazón se nos abra a la unidad en la caridad. Te agradecemos que hayas querido ser Madre de todos, porque contigo descubrimos que somos hermanos.