Novena
ejercicio de la novena a nuestra patrona
Día Primero
LA VIRGEN MARÍA EN LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR
Hermanos, hermanas, al comenzar la novena, acudimos hasta Nazaret donde María, una virgen desposada con un varón bueno llamado José, recibe la visita del mensajero celestial. Al entrar en la casa, escucha aquel saludo impresionante “Alégrate, llena de Gracia, el Señor está contigo” “María se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué saludo era aquel”. Mas el ángel la tranquilizó según continúa la narración evangélica.
A nosotros nos evoca de inmediato en aquel saludo a Nuestra Patrona la Virgen María, la favorecida de Dios “Llena de Gracia” la advocación con la que la honramos, la Virgen de Gracia, como don especial, la plenitud de gracia, rebosante desde el primer momento de su existencia humana, porque ha sido elegida a ser madre de Cristo. María es excepcional y única.
Ella al final de la entrevista responde al ángel “he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Se mantiene en todo momento en su sencillez, en su total humildad y llega a ser para el Pueblo de Dios, el modelo acabo; y como enseña el Concilio, “sobresale entre los pobres y humildes del Señor, que de Él esperan con confianza la Salvación”.
Nos admiramos de su total disponibilidad a los designios de Dios, de su docilidad a la Palabra de Dios. Nosotros suplicamos que nos haga también dóciles a las enseñanzas de su Hijo Jesús.
“Así, María, Hija de Adán, al aceptar el mensaje divino, se convirtió en Madre de Jesús…” se consagró como esclava del Señor a la persona y obra de su Hijo.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Segundo
MARÍA ESTABA JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS
Hermanos, hermanas, en éste día de la novena, nos acercamos al Calvario la tarde del Viernes Santo y ¿Qué vemos? San Juan Evangelista nos lo dice con una frase concisa: “Su madre, estaba junto a la cruz de Jesús”
Pensamos que la madre no podía faltar en el trance supremo de la vida que es la muerte, pero aquella muerte de su Hijo tenía especial valor, era el sacrificio Redentor en favor de la Humanidad y Tú, María, ibas a ser la Madre de todos los hombres que al pie de la cruz nos engendraste a la vida de la gracia. Tú, asociada estrechamente a los dolores de tu Hijo, con tu corazón sufriente `para experimentar todos los sufrimientos de tus hijos. Suele decirse “¡Cuánto sufre la gente!” en los hospitales, en las guerras, en las violaciones de los Derechos Humanos, en las enfermedades,… y en tantas y tantas desgracias. Estamos ante un gigantesco abanico de sufrimientos, por eso acudimos a ti.
El pueblo cristiano a partir de aquella tarde de Redención, te ha dado el título de Dolorosa cuyas imágenes las Cofradías procesionan por nuestras calles los días de Semana Santa. Al compadecerte, tú te compadeces de nosotros tus hijos, que somos pecadores. Danos valor y entereza, como tú la tuviste cuando estabas viendo morir a tu Hijo clavado en la cruz, para poder sobreponernos a nuestro dolor y poder compadecer y auxiliar a nuestros prójimos en su dolor.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Tercero
MARÍA HUYÓ A EGIPTO
Hermanos, hermanas, recojamos ahora un episodio que nos dejó San Lucas en su Evangelio.
Un acontecimiento de la vida de la Sagrada Familia que nos produce repulsa hacia el Rey Herodes que mandó degollar a los niños de Belén y sus alrededores. El silencioso y justo San José que va a despertar a María para arrancarse de inmediato y huir a Egipto de noche. En aquellos momentos eran viajeros forzados, peregrinos que van hacia lo desconocido, Egipto, tierra de paganos, otra cultura.
Ante esta escena, queremos recordar con afecto a tantos emigrantes e inmigrantes de nuestros tiempos que salieron de su tierra por diversas circunstancias a otras regiones. Vecinos nuestros de Archidona, de la Comarca al extranjero, en busca de trabajo. Dicen que el emigrante es como un árbol pero con las raíces expuestas al Sol con el peligro de secarse, es decir, de perder su identidad.
Nos alegramos cuando paisanos nuestros vuelven a reencontrarse con el pueblo que los vio nacer; con sus tradiciones, con los familiares y vecinos que poco a poco habían olvidado, desconociendo los rostros de los más jóvenes y niños, aunque perdurando los lazos de amistad y cariño. Sí. Volver a su tierra y volver a oxigenar sus propias raíces para no perder la propia identidad de todo lo bueno que aprendieron de niños y han conservado en los lugares donde viven y trabajan. Nos alegramos cuando vuelven para quedarse, queremos que sigan integrados con todos los demás hijos de Archidona y la comarca.
También debemos acordarnos de aquellos que vienen a nuestra ciudad en busca de un futuro mejor, debemos recibirlos e integrarlos en nuestra comunidad con el mismo cariño y afecto que lo hubiéramos querido para los familiares y amigos que partieron de Archidona.
Nosotros, “Ciudadanos del cielo”, somos peregrinos de la vida y pedimos a Nuestra Madre que nos lleve consigo al Cielo para gozar eternamente en su compañía.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Cuarto
MARÍA MEDITABA EN SU CORAZÓN MATERNAL
Hermanos, hermanas, el evangelista nos habla, en más de una ocasión, ante algún acontecimiento de su vida, que María recogía las palabras en su interior. Eran sucesos imprevistos, pero que no le producían alteración a Ella en su sencillez, en su capacidad de sufrir en medio de las alegrías que le producían el vivir junto a su hijo Jesús y la presencia de su esposo San José. María nos invita a que guardemos y meditemos en el corazón todos los acontecimientos de nuestra vida.
Sepamos orar, meditar, descubrir a través de estos signos el paso de Dios por nuestras vidas con sus alegrías y sus penas; aceptar la acción de Dios en nosotros por las personas queridas. Es como preguntarse ¿Qué querrá el Señor de mí?
Acudamos a María, que no siempre entendió aquel suceso de que a su Hijo lo estuvieran buscando durante tres días hasta que lo encontraron en el templo. Esa queja de madre “Por qué te has portado así con nosotros”… para después de escuchar la respuesta afirmar “ellos no comprendieron lo que quería decir”. Su madre conservaba en su interior el recuerdo de todo aquello.
Tú, Virgen de Gracia, que eras una experta en el trato con Dios, enséñanos a orar, a no impacientarnos, a saber llorar en silencio su la desgracia ha sido muy terrible, como la muerte de un hijo joven en accidente. Queremos, Madre, reaccionar como tú porque queremos parecernos a ti, que será el mejor indicio de que nuestra devoción en verdadera. Tú sabes que nos cuesta aceptar la realidad que molesta, por eso queremos que Tú, Madre de la Gracia, vengas siempre en nuestra ayuda.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Quinto
HACED LO QUE ÉL OS DIGA
Hermanos, hermanas, estamos aquí como si hubiéramos venido invitados a las Bodas de Caná. Llegamos porque está Jesús con sus discípulos y María, su Madre. Se casaba una joven pareja de novios. Su presencia nos hace descubrir qué es experimentar alegrías. Todo empezó bien, pero pronto faltó el vino y Tú, María, solícita esposa y madre, reparas que falta y acudes a Jesús como nosotros acudimos a ti en esta Novena. Sientes nuestras necesidades, no quieres que nos angustiemos.
Queremos recordar a los millones de jóvenes que en cualquier parte del mundo se preparan al matrimonio, fuente de la familia, para que puedan formar un hogar estable. Que no falte nunca la unión de corazones en amor conyugal que será como el vino nuevo que convirtió Jesús en aquellas Bodas. Sabemos que no bastan los buenos deseos de felicidad en los jóvenes esposos para amarse siempre, sino que todos queremos en nuestra vida saber escuchar lo que tú, María, dirigiste a los criados para que llenaran las tinajas de agua: “Haced lo que Él os diga”.
Y, como aquellos criados, nosotros queremos ser siempre dóciles a todo lo que nos invites para que sepamos discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto. A veces nos resultará difícil, `pero que las dificultades no nos acobarden. Pedimos lo mismo para los esposos, para que no se nuble la decisión de tomar a Cristo como el centro de todo el obrar de su vida. Con Cristo, los esposos de Caná recuperaron la tranquilidad y la felicidad.
Con éste pasaje descubrimos que tú, María Llena de Gracia, te pones entre tu Hijo y nosotros como intercesora y Madre Nuestra, y que ello te hace ir al encuentro de todas las necesidades de los hombres, por eso Madre, te pedimos que recojas todas las privaciones, necesidades y sufrimientos de la Humanidad y que intercedas por nosotros ante tu Hijo, Nuestro Señor.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Sexto
ATESORAD TESOROS EN EL CIELO
Hermanos, hermanas, con esa docilidad que nos enseña la Virgen de Gracia queremos recoger algunas de las enseñanzas que Jesús dirige a sus discípulos en el sermón de la montaña.
Cuando Jesús nos dice que no andemos agobiados por la vida, que busquemos que primero reine su Justicia y todo lo demás se nos dará por añadidura. “No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos”
Hablando sobre las riquezas. Dejaos de amontonar riquezas en la tierra, donde la polilla y la carcoma las echan a perder… En cambio, amontonemos riquezas en el cielo, donde la carcoma y la polilla no las echan a perder, donde los ladrones no abren boquetes ni roban. Recordad que “no podéis servir a Dios y al dinero” y que “allí donde está vuestro tesoro estará vuestro corazón”.
El amor fraterno nos impide entrometernos en las vidas ajenas, con comentarios que oscurecen la fama de los hermanos ausentes, aunque ellos no nos quieran. “No juzguéis y no seréis juzgados, porque os van a juzgar como juzguéis vosotros y la medida que uséis la usarán con vosotros”.
Pedid, buscad, llamad, aunque no lo merezcamos, confiemos en la bondad del Padre y en la intercesión de la Virgen de Gracia que nos aman siempre. “Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama le abren”.
Abramos nuestro corazón acudiendo a la Virgen de Gracia para que Ella nos alcance los favores de su Hijo.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Septimo
FELIZ LA QUE HA CREÍDO
Hermanos, hermanas, acompañemos hoy a María en su visita a su parienta Isabel.
Las obras de Dios se hacen “con toda prestanza” como Ella que después de la visita del Ángel, emprende el camino del extremo del país hasta el sur, llevando la noticia de Dios y portando en su seno virginal al Salvador. Un viaje largo, pero a María le sobran alegría y amor con el deseo de comunicar y servir. Al percatarse de que alguien la necesita en otra parte, acude donde haga falta, aunque abandone temporalmente su hogar en Nazaret. Llega hasta donde vivía su prima y aquellas dos mujeres se fusionan en un saludo, fecundando de esperanzas.
Isabel, cuando la vio entrar en su casa la saludó así “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos la criatura saltó de alegría en mi vientre. Y ¡dichosa tú! Que has creído. ¡Porque lo que ha dicho el Señor se cumplirá!”
¿Qué nos enseña la Virgen María, la Llena de Gracia? Como ella, a impulsos de nuestra fe, seamos emprendedores para difundir el amor en nuestro entorno, despojémonos de esos criterios fríos de cada cual se las arregle como pueda. La Virgen de Gracia va pidiendo voluntarios que siempre estén dispuestos a repartir gestos de amor, alegría y servicio desinteresado. Seamos nosotros así.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Octavo
QUEREMOS SER DISCÍPULOS DE JESÚS COMO MARÍA
Hermanos, hermanas, hoy queremos acercarnos a María que fue la mejor discípula de Jesús. Aunque fuera su madre, sabía perfectamente quién era Él. No desperdiciaba ningún acontecimiento de su vida. En la escuela de Nazaret se vivía la sencillez, en medio de una casita pobre. Conservaba todas las cosas en el fondo de su corazón, meditándolas, aunque de momento no las comprendiera. Pero lo aceptaba todo.
Jesús nos dice “Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para ser hijos de vuestro Padre del Cielo.”
Así, podremos ser un testimonio viviente de cristianos con la recomendación de cristo a sus discípulos. “Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo, que vuestras obras glorifiquen a vuestro Padre del Cielo”.
A veces cuesta sencillamente ser cristianos sin pretensiones de heroicidad. Tengamos un corazón grande para amar, que podamos perdonar, olvidar ofensas porque “nadie es malo porque quiere” Son momentos de ofuscación y nerviosismo. Debemos ser perfectos como el Padre celestial, así nos lo pide Jesús, porque además, no podríamos rezar si en nuestro corazón cobija el odio o el rencor. El hacer la Novena, llenos de odio, no nos serviría para nada, así de claro.
A veces, con tanto sufrimiento y dolor, penas, enfermedades, contrariedades, todo ello simbolizado en la cruz gloriosa de Cristo, Él nos está invitando a ser sus discípulos, diciéndonos “toma tu cruz cada día y sígueme”
¿Tenemos el corazón preparado para seguirlo? Pidamos la intercesión de la Virgen de Gracia para que así sea.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida
Día Noveno
MARÍA, REINA DEL CIELO
Hermanos, hermanas, la mañana de Pentecostés, los apóstoles estaban reunidos en el Cenáculo de Jerusalén con María y un grupo de discípulos.
Era la primera comunidad cristiana que perseveraba en la oración, con un mismo espíritu, como nos recuerda el comienzo del libro de los Hechos de los Apóstoles.
Sobre ésta primera comunidad apostólica en torno a María, sopló una ráfaga de viento impetuoso- Sobre cada uno de ellos se posaron unas lenguas que parecían de fuego, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo.
También aquí, aquí estamos una comunidad de discípulos, también aquí está María, la Virgen de Gracia, que como Madre que nos dio Cristo está siempre junto a sus hijos, aunque haya veces que no la podamos ver.
Al terminar ésta novena, suplicamos a nuestra Madre que perseveremos siempre en la oración para seguir creciendo en la Fe dentro de la comunidad eclesial. Que Ella nos enseñe a orar, pero no de palabra, sino de obra, con amor y ayuda al prójimo, al más necesitado material y espiritual, al enfermo, al desvalido, al sin techo, al parado… Que Ella nos enseñe a amar como Ella nos ama a nosotros sus hijos.
Hoy subiremos hasta el Santuario, hasta las mismas Puertas del Cielo, para oxigenar nuestro espíritu y para buscar la fortaleza que precisamos para revitalizar la devoción hacia María la Llena de Gracia, para que nos ayude a demostrar nuestro inmenso amor hacia el prójimo con honradez en la vida de cada día.
En silencio pidamos la gracia que aspiramos alcanzar y señalarnos un compromiso concreto.
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Dios te Salve María, Llena eres de Gracia, el Señor es contigo….
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida